La Sonrisa de los Arboles
Arbre Llum
Masia Dalt
Centre Galaxia
Emf
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Este libro te enseña a reconocer y experimentar las doce cualidades de los doce Árboles Maestros, que van a convertirse en tus más fieles compañeros.
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El Taller te ABRE a una nueva dimensión de la Naturaleza que va a llevar Armonia, Paz y Alegria a tu vida.
Podrás decir como en la pelicula Avatar:
"TE VEO"
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En el Taller conocerás 3 Árboles Maestros en un entorno privilegiado en plena naturaleza virgen, en una Masia a 1.400 m. de altura
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En el Taller te leemos la Treceava Maya para que comprendas el Propósito de tu vida, aquello que más te impide cumplirlo y tus Dones
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Sesiones Par Biomagnetico,
Bioenergética, Emf, Taping,
Relight para equilibrarte
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En un taller de sanación con los arboles maestros se propician las condiciones de entorno necesarias para que estos campos energéticos puedan ser captados por la persona común sin necesidad de ningún tipo de sustancia enteógena ya que basta un simple acto de reconocimiento y humildad por ser parte de la naturaleza.

En un taller de fin de semana se inicia con una práctica de acomodación al medio natural y por ello aconsejamos de acercarse sin haber tomado sustancias excitantes como café y durante el seminario se ofrece comida vegetariana para amplificar la sensibilidad de los participantes e incrementar el nivel de consciencia para sintonizarse con los arboles.

El trabajo de comunicación con los arboles está al alcance de cualquier persona como podemos atestiguar tras más de 11 años de prácticas y más de 400 participantes. Por eso organizamos grupos reducidos y a los que prestamos la màxima atención, no sólo en la propia metodología de sanación con los arboles sino también con técnicas complementarias como la kinesología o el reelight.

En definitiva ponemos a disposición de los participantes una herramienta ancestral de integración con la naturaleza en un sentido holístico.

 

Extracto del libro "La Sonrisa de los Arboles"

Un ambiente propicio en un espacio acogedor

El taller de comunicación con los arboles no es solo un trabajo de grupo, aunque este sea una ayuda inestimable. Esencialmente, se trata de crear un ambiente en el que la persona disponga de las condiciones para dialogar consigo misma, con su interior, con lo que cada uno sabe de si mismo, de su relación con los demás. Sin duda, esta necesaria apertura con uno mismo al estar en grupo lo facilita, pero en última instancia cada persona estará a solas con el árbol y será de forma personal que se vivirá la experiencia.

Algunas veces nos han preguntado ¿Porque sólo seis personas? No hay otra razón que logística pura y dura. En este caso no hay secreto alguno ni números mágicos. Es lo que da de si el alojamiento de la Masía de forma que se pueda convivir guardando también un cierto grado de intimidad.

La Masía dispone de un gran salón y una enorme chimenea, delante de la cual, en la noche del sábado, nos sentamos y el fuego nos acoge para poder hablar, disfrutar de su calor y sus crepitaciones, del silencio. También es el entorno en el que se acostumbra a tocar el Tambor y cantar con la inocencia y la disculpa del que sabe que no sabe de música y disfruta de la locura de dejarse ir. Un entorno en el cual todas las personas pueden despojarse de la timidez.

La elección de los tres arboles través del test kinesiológico se conoce tras la cena de la llegada, dejamos que los participantes sean acogidos por la propia energía del Valle. Sin embargo, la experiencia nos ha demostrado la importancia de no iniciar la práctica sin una práctica que incremente la energía vital. Para ello conducimos a los participantes a un pequeño montículo situado cerca de la casa en el que proponemos una pequeña meditación guiada por Joan. Esta contribuye a incrementar la vibración, a relajar el sistema nervioso, a centrarnos en el espacio-tiempo presente. Finalmente, unas respiraciones específicas para esta situación facilita el acceso al cuerpo energético grupal de los participantes que ese fin de semana forman el grupo.

Una vez acabada la práctica, la energía personal y colectiva se ha transmutado. Regresamos en silencio y en el ambiente se detecta ya las ganas de empezar. Desde ese momento cada cual se acercará a su primer árbol. Tan sólo damos unas pocas indicaciones, que la persona se deje llevar por su intuición a la hora de elegir el árbol. A veces, escogen un árbol porque es fácil de acceder o puede ser por lo contrario, les atrae su ubicación difícil y el tener que esforzarse para acceder. Puede ser por que lo encuentran bello, e incluso porque escuchan su llamada. Eso sí, aconsejamos trabajar con arboles que tengan más de siete años, que sea evidente que están sanos y que reciben la luz de día, los arboles son seres de Luz.

Nunca hemos pretendido dar explicaciones botánicas extensas, sabemos que hay abundante información de expertos en el tema y nosotros no lo somos, añadiría que en todo caso, para nosotros es un taller que pretende potenciar al máximo el hemisferio derecho.

Después de dirigirse al primer árbol, cada persona vivirá su particular experiencia. En cualquier caso, es un trabajo práctico y vivencial y sumergirse en la energía del árbol nunca es igual. A veces, en el primer momento, el hemisferio izquierdo se rebela como un caballo salvaje argumentando la pérdida de tiempo del silencio al pie de un árbol. Pero, nuestra experiencia nos ha demostrado que gracias al trabajo grupal después de cada encuentro con un árbol poco a poco va difundiéndose una dimensión de calma que para muchas personas puede ser su primer contacto.

Frente al árbol cada participante llega sólo con una pequeña libreta para que durante este espacio de tiempo de contacto puedan anotar sus ideas, lo que sienten y lo que entienden o que, simplemente, reconozcan que no se ha sentido nada, que no se ha entendido nada. Cada persona permanecerá unos cuarenta y cinco minutos al pie de u árbol. Pasado este tiempo damos un aviso sonoro para reunirnos como grupo. En algún lugar cercano al grupo de los arboles nos sentamos y es entonces cuando cada cual expresa su experiencia, sea la que sea y dure lo que dure su transmisión. Para nosotros, el sistema con el que trabajamos nos ha dado tanta confirmación de su eficacia que no nos genera ninguna duda.

A lo largo de todos estos años, podemos afirmar el hecho constatable de que personas que no se conocen de nada en el momento de compartir, con más o menos palabras, con más o menos comprensión o incluso perplejidad por la aparente insensibilidad, se refieren claramente a la misma cualidad del árbol en cuestión con el que se han comunicado. Es decir, taller tras taller, el pino es referido como, alegría, luz interior, el Roble como sabiduría y fuerza, etc. No es una cuestión de imaginación colectiva, o de condicionamiento es la comprobación de una realidad que por increíble que parezca se da.

Una vez pasado el estrés de compartir sobre el primer acercamiento al árbol llega nuestro turno y les damos la información sobre la cualidad del árbol al que se han acercado. Les doy el nombre de la cualidad, como lo llamamos, y hablamos largamente de quien es el Maestro visitado.

Entonces, viene el segundo intento. Un segundo acercamiento, en el que se les invita a volver nuevamente al mismo árbol o a elegir otro de la misma especie. Aquí reside el secreto de la eficacia de nuestro método. El primer contacto es una cita a ciegas para el hemisferio izquierdo, el que lo quiere saber todo, el que no sabe sobrevivir sin el análisis constante, el que recuerda y archiva toda la información que recibimos en su particular biblioteca. Por tanto, eso da una ventaja al hemisferio derecho el que siente, el que escucha el corazón, y le permite entrar en acción.